Asalto 2022

Asalto 2022

Festival Asalto 2022

MUROS QUE UNEN

 

Aquí están, estos son los asaltantes y asaltadxs de esta edición. El “behind the scenes” del barrio de Santa Isabel. Las caras (las historias y los stories) a un lado y a otro del muro. Un muro que no separa, sino que en un festival como este une, creando conexiones que conforman el ADN y razón de ser de un evento que traspasa lo artístico y supone una propuesta de transformación social. Hemos querido que estos lazos, aunque efímeros, queden para el recuerdo.

Lo que el muro ha unido que no lo separe el tiempo…

Texto: Paula Blesa
Fotos: Marcos Cebrián

Diego Vicente, Elena y Aimar

Compañeros de recreo

Asaltante: Diego Vicente, Alagón. Artista. 32 años.
Asaltadxs: Elena Bernal y Aimar Castejón. Estudiantes y alumnos CPI Espartidero. 12 años.

Más de 1000 metros cuadrados dan para mucho. Y la cosa requería de colaboración. Además de la ayuda de Jorge (fiel escudero y camarada en su aventura plástica en el Asalto), Diego contó con un buen ejército de ayudantes durante algunas de sus sesiones de trabajo: los propios alumnos del CPI El Espartidero que, provistos de sus rodillos y pinceles como armas, libraron una batalla artística sobre las canchas en una experiencia que sin duda ha marcado el devenir del trimestre.

Diego ha viajado con ellos a los paisajes de su infancia. Un recuerdo que se activó con el verso de la canción “Un país”, de Ixo Rai! y Labordeta: Polvo, viento, niebla y sol, que da título a la obra. El intercambio para estos pequeños les deja una huella a todo color en un patio en el que jugar ahora será mucho más divertido.

Y sí; un día, al acabar su intensa jornada, Diego merendó un bocata de nocilla.

 “Nos gusta pintar aunque no creo que nos dediquemos a esto. No le vemos mucho futuro. Pero lo que ha hecho Diego nos parece chulo. Le da mucho color al colegio y no queda tan soso”.

Elena y Aimar

“Era su patio y quise contar con su aprobación: lo primero que hice fue presentarles la idea sobre el boceto en un taller y les gustó. A partir de ahí, les he invitado a romper los límites a la hora de crear, a descubrir el camino y el proceso hasta llegar a un resultado como este, a descartar, a mancharse las manos y trabajar en equipo”.

Diego

Isa Nieto y Jesús

O la historia de un café (y un abrazo) con vistas

Asaltante: Isa Nieto, Córdoba. Artista. 32 años
Asaltado: Jesús Castro, Zaragoza. Hostelero. 51 años.

La terraza del bar de Jesús ya nunca será igual. En este rincón de la Avenida Santa Isabel la borraja ha saltado del puchero al muro de la mano de Isa Nieto.

Isa llegó de Andalucía algo nerviosa, sonriente y feliz (esta ha sido su primera vez en un evento de este tipo). Y cargada de documentación. Jesús, que no dudó ni un momento cuando le presentaron la propuesta y que sólo puso como condición que se protegieran sus plantas, le abrió las puertas del bar y le recibió con un buen abrazo, que ella tomó de forma algo tímida.

Este vecino de Santa Isabel, que lleva más de 22 años detrás de la barra de La Maison, no para quieto en todo el día. Pero durante la semana de trabajo han encontrado tiempo para desayunar juntos, intercambiar impresiones y hablar sobre el pasado del barrio y sobre el futuro. Incluso Jesús ha colaborado con ella haciéndole algunos de los vídeos que la artista subía a sus redes durante el proceso. “¡En vertical, Jesús, en vertical!”-le apuntaba ella.

Ahora Jesús tiene todavía más plantas en su terraza. El abrazo de la despedida, después de 7 días conviviendo, se lo pidió ella…

“Me siento privilegiado de contar con un mural como este en mi bar. Un regalo no solo para mí sino también para todos mis clientes. Este festival suma atractivo, color y nuevas ilusiones para el barrio”.

Jesús

“Ver el Ebro de cerca, charlar y convivir con los otros artistas, conocer a Jesús e interactuar con todos los que se han acercado hasta aquí… Me han tratado de maravilla. Todo el mundo pendiente. Asalto y la Maison han sido casa”.

Isa

Kyle, Mari y Fernando

Un encuentro en las alturas

Asaltante: Kyle Hughes-Odgers, Australia. Artista. 41 años.
Asaltadxs: Maria Providencia Cabanes, Santa Isabel. Viuda y jubilada. 64 años. Fernando Abascal, Zaragoza. Cocinero y camarero. 28 años.

Kyle crea arte callejero utilizando diseños figurativos y abstractos con colores brillantes. Su obra es habitual en Australia donde goza de un gran prestigio. Ha realizado exposiciones en Nueva York, Los Ángeles o Singapur y estos días ha sido uno más en este barrio a orillas del Gállego. Encaramado a su gran grúa, se encontró un día con Mari y su hijo en la ventana del quinto. No hablar el mismo idioma no fue un problema y bastó un choque de nudillos para entenderse. Han visto crecer el barrio y han sido testigos voyeur del proceso de Kyle. Fernando es de los más jóvenes de la comunidad y trabaja en un restaurante a escasos metros y sirvió un día a toda la crew del festival. Pero tener el festi en su casa… Eso son “palabras mayores”. Con esta obra, Kyle ha querido celebrar la vida y lo ha logrado. Mari dice que el entorno estaba algo gris y que esto es un chute de energía.

“El ruido de la grúa nos ha despertado algún día. Pero cuando nos presentaron la propuesta teníamos claro que había que decir que sí. Esto no pasa todos los días. Es una monada. Rejuvenece el edificio, que ya tiene 40 años. Es una cosa estupenda para el barrio”

Mari

“En los momentos de descanso he compartido comidas y cafés con la gente local y, a pesar de no hablar español, todo el mundo ha sido muy amable y paciente. Me gustaría agradecer la confianza de los vecinos por dejar que pintase este gran trabajo mural en su casa”.

Kyle

Murfin y Eduardo

El patio de mi casa es particular

Asaltante: Murfin, Linares. Artista. 28 años.
Asaltado: Eduardo del Río, Santa Isabel. Rehabilitaciones y reformas. 38 años.

A Murfin no le ha faltado compañía durante los días en los que ha estado trabajando en Santa Isabel. Hasta fue invitado a una barbacoa por la familia que vive en una pequeña casa a los pies de su obra.

Pero al otro lado de su mural, el más grande de esta edición y el de mayores dimensiones al que se ha enfrentado hasta la fecha este artista de Linares con gran proyección internacional, vive Eduardo. Y curiosidades de la vida, coincidencias de este Asalto, los dos han colaborado para darle un lavado de cara a este patio singular, antesala de las famosa tienda de Bodegas Perdiguer: Eduardo, con su empresa, lo reformó hace un tiempo y ahora Murfin le pone la guinda con un espectáculo de tridimensionalidad y color.

“He pasado aquí los 38 años de mi vida. Amo este barrio. Pero ha sido demasiado tiempo un barrio olvidado. Que ahora esté pasando esto aquí es genial. He alucinado con lo que ha hecho Murfin”.

Eduardo

“Conozco Asalto desde que era un niño. Y poder participar, haciendo una analogía futbolística, es como si te llama el equipo al que has seguido toda la vida. No solo es una experiencia artística; estos festivales consiguen educar y aportar luz sobre esta disciplina”.

Murfin

Noemí Calvo y Marisol

Asalto: una casa para todos

Asaltante: Noemí Calvo, Zaragoza. Artista, “fabricante de ideas“. 42 años
Asaltada: Maria Soledad García, Santa Isabel. Jubilada. 77 años.

El proyecto que ha llevado a cabo Noemí en esta edición es un ejemplo de participación y diálogo intergeneracional. En el Asalto hay sitio para todos. Y en este caso hay conexiones en muchas direcciones: la artista ha trabajado con los más pequeños y jóvenes del distrito (en el Colegio Guillermo Fatás y con miembros de la ludoteca) y con algunas de las personas que suman más experiencias y recuerdos del barrio (usuarios del Centro de Mayores).

Marisol es de Santa Isabel “de toda la vida”. Ha sido durante muchos años dibujanta bordadora y ha querido formar parte con sus amigas de esta aventura que ha llenado de “casitas” las casas. Ella ha decorado la suya con flores, espigas y margaritas azules.

“Todo lo que sea expresar el arte me parece bien. Nos faltan árboles en el barrio, es una de nuestras reivindicaciones. Pero que se llene de color, de gente y de artistas me parece estupendo”.

Marisol

“Me fijé en la cantidad de casas de pueblo que se conservan en el barrio. Identificamos sus siluetas y las replicamos en paneles de madera para que luego fueran intervenidas en las sesiones de trabajo con unos y otros. Han salido propuestas muy diferentes y personales. Casas que vuelven a las casas para continuar la historia, para colorear el camino a modo de pistas y referencias en los itinerarios cotidianos”.

Noemí

N U L O y Alejandro

Un buen puñado de fachadas a sus espaldas…

Asaltante: Nulo, Uruguay-Milán. Artista. 33 años.
Asaltado: Alejandro Ostariz, Santa Isabel. Jubilado. 73 años.

A la obra de Nulo se han asomado multitud de curiosos y paseantes. La artista se ha sentido bien acogida por los vecinos de las inmediaciones de la Calle Tertulia, que incluso le ofrecían café. Uno de ellos es Alejandro, que cada día sale de su casa para ir al terreno que tiene a pocos kilómetros, con su huerto y sus animales. Ahora disfruta con esa calma lenta pero mientras chequea la grúa de Nulo y su faena en las dos fachadas, nos cuenta que él se dedicaba a la albañilería y que se ha subido a muchos andamios en su vida.

El lenguaje de Nulo es el de la abstracción, una abstracción naif con la que ha querido evocar el doble carácter de la santa que da nombre al barrio: su bondad y santidad por un lado y su fuerza combativa, hasta feminista por otro. Alejandro no entiende muy bien lo que ve representado. Si es que hay que entenderlo. Pero está encantado con que ahora, de camino al campo, haya más color.

“Me ha llamado la atención el trabajo silencioso, concentrado y callado de Lucía. Yo cantaba mucho trabajando”.

Alejandro

“Me gusta la periferia. Que se apueste por iniciativas culturales como estas en pueblos y en barrios alejados del centro”.

Nulo

Txemy y Elsa

No sin mi hija

Asaltante: Txemy, Canarias-Barcelona. Artista. 41 años
Asaltada: Elsa Gil, Zaragoza. Licenciada en ADE. 43 años.

La llegada de su pequeña revolucionó para siempre la gama cromática de Txemy y su modo de pintar. Elsa, por su parte, está orgullosa de poder ofrecerle a la suya un entorno como este en el que crecer: un barrio tranquilo, en el que todos se conocen y la naturaleza está presente.

Y es aquí, en este asalto a la fachada de su vivienda, donde se han cruzado sus historias. Lo que empezó siendo un sí sin titubeos aunque con algo de incertidumbre al no saber muy bien cuál iba a ser el resultado, ha acabado siendo un regalo envuelto en capas de colores. Un regalo sobre todo para Aroa, de 6 años, que llegó a convertirse incluso en asistente de Txemy con un spray rosa en el abordaje a otro muro colindante, tras la petición personal de un vecino con “envidia sana”.

“Una de las cosas que más me ha sorprendido es cómo ha evolucionado la obra. He podido ser testigo día a día de la evolución y es alucinante cómo cambiaba de la noche a la mañana. Espero que dure mucho tiempo y la respeten. Hay mucho trabajo”.

Elsa

“Creo que he tenido suerte con la ubicación, que resume esa suma de capas que ha construido la identidad del barrio. Me he sentido afortunado también por poder disfrutar de esas vistas al campo cuando tornaba la vista de la pared. Feliz también con el encuentro con esta familia. Hacía tiempo que no salía del estudio y trabajar en la calle te permite generar estas conexiones y relaciones, que siempre suman”.

Txemy

Zane y Vanesa

Pasaba por aquí…

Asaltante: Zane Prater, Estados Unidos-Barcelona-Berlín. Artista. 29 años.
Asaltada: Vanesa Rodríguez, Zaragoza. Educadora social. 42 años.

Zane dice haber tenido suerte. La ubicación de su pared está en una de las zonas más transitadas por los vecinos y vecinas del barrio y para él es genial “aportar luz” y un nuevo estímulo en el camino. Puede que esta obra haya sido una de las que mayor expectación ha generado y la más fotografiada por todos los que se acercaban hasta allí. Una de esas personas es Vanesa. Vive en Movera, bueno duerme, ya que es en Santa Isabel donde se pasa todo el día: le gusta mucho el tejido asociativo del distrito y la relación de vecindad que se respira aquí. Trabaja en la Casa de Juventud y desde su rincón de trabajo ve el mural con el que este estadounidense ha querido hacernos reflexionar sobre la importancia de la naturaleza para sostener nuestra sociedad. Todo un privilegio-dice.

Con Zane comparte su pasión por el arte urbano y es que Vanesa coordina a un grupo de grafiteras adolescentes, con las que trabaja temas como la igualdad o el feminismo.

“Todo el arte debería ser gratuito y de acceso libre”

Vanesa

“Tengo muchos amigos y compañeros que han participado en el festival en otras ediciones. Le tenía ganas y estoy agradecido de hacer formado parte este año. Ha sido una pared grande, de unos 130 metros cuadrados. Siempre es difícil saber parar o dar tu trabajo por terminado. Pero no cuesta decirle adiós: ahora la pintura pertenece al barrio.”

Zane

Obras murales Festival Asalto 2022